… y un día, se volvió a abrir esa ventana por la que tantas veces había entrado….// …. no vio a nadie que lo esperase…..// ….. en la cómoda había un vaso de agua, una pastilla y una nota que decía: Querido Peter: como ves nada es igual a lo que dejaste, necesitaras esto para entender lo que te digo, confía en mi y tomate el Prozac, ya veras, todo irá bien…..// … un beso W.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Mi apreciado Friedrich

Yo que siempre fui más de filosofía que de cualquier otra cosa, me doy cuenta que últimamente lo que me rodea es todo espiritual. El escepticismo hace que, no solo, no pueda llegar a entenderlo (el concepto de espiritualidad) sino que, como pensador, luche contra él.

Y es que, refugiarse en algo tan etéreo me parece, no solo una falta de comprensión del ser humano en sí mismo, sino una huida de la realidad buscando caminos de cuentos de hadas.

El ser humano es egoísta sobre todas las cosas, es temeroso, desconfiado, pero sobre todo un animal. Un animal que después de miles de años ha sabido evolucionar en manada, poner y acatar unas normas por el bien de la misma para su propia supervivencia.  Pero por ello no deja de ser ese animal con instintos primarios que cuando se ve amenazado, de cualquier manera, saca su naturaleza y ataca. Por más  que nos  cueste aceptarlo, así es.

Solo desde la aceptación de esos principios, que básicamente es lo que nos enseña la filosofía, podemos mejorar. Si  reconoces tu naturaleza puedes mejorarla, no cambiarla, pero si mejorarla.

“la esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento de los hombres”                   Friedrich Nietzsche

Una vez dediqué unos días a buscar cual es el pensamiento, palabra, sentimiento o lo que fuese que mueve al ser humano a seguir hacia delante. Llegue a la conclusión de que ese sentimiento es la “esperanza” ella lo cambia todo, no te deja caer en el abismo de la desilusión y es guía para muchos, sin ella no se sostendría las bases de la manada. Desequilibrios sociales, económicos y un largo etc. son sostenidos por esa palabra. Sin ella la bestia saldría, como sale un león, a imponer la ley de la fuerza y esto se convertiría en una jungla (si no lo es ya de alguna manera).

Sin embargo Nietzsche se dio cuenta que no solo es algo que aporta al ser humano, sino que también lo destruye.

Volviendo al tema de la espiritualidad y como decía antes, últimamente  por donde mire hay siempre alguien que está en una búsqueda infinita de la felicidad, en busca de su yo verdadero (como si no se reconociese delante de un espejo), en busca de una paz interior (como si eso dependiera solo de nosotros), en busca de una vida sin miedos  (como si eso fuese posible) obviando el entorno.

Y es que se ha creado un negocio con las inseguridades de los demás que ya lo quisiese yo para mí.  El negocio es simple, lo primero es anular tu capacidad de pensar y razonar con conceptos como: todo se puede cambiar (la no aceptación de la realidad), tu puedes ser mejor persona (sin tener en cuenta que somos lo que somos por nuestras vivencias y nuestro entorno), en fin una batería de esperanzas que hace que la gente se lo cuestione y entre en el roll de intentarlo.

Una vez dentro, la cosa es fácil. Lo primero es refugiarse en ese nuevo entorno donde todos los pececillos del estanque son iguales y temerosos de que llegue el pescador. Formar una nueva manada es buena cosa, así no hay que cuestionarse opiniones externas, de esta forma nos hacemos herméticos.  Luego los señores del estanque los tienen a su disposición, solo hay que ofrecer esperanza para que los pececillos vayan picando.

Cursos, libros, alimentos, homeopatía, e incluso ropa es el negocio. Cursos para encontrarte a ti mismo, para ser mejor persona, de crecimiento personal, de un sinfín de cosas que jamás te planteaste, y no por ello dejaste de crecer  personalmente de tus vivencias, pero ahora en el estanque lo ves como algo de lo que careces. Da igual lo que te diga tu entorno más cercano, o si no te hacía falta porque ya eras una persona excepcional. Llegaron los dueños del estanque y vendieron inseguridad y esperanza, y picaste!

Es una técnica milenaria, dicen, buena campaña de marketing, digo yo. No pongo en duda que sea o no sea una técnica milenaria en Asia, Rusia, Latinoamérica o donde sea. Pero si pongo en duda el sobrevalorado que está  por ser de fuera .

Yo aprendí de mi entorno, de mis vivencias, de los valores que me inculcaron los que me querían y me rodeaban. Pero sobre todo aprendí a ser yo mismo porque pensé. Porque no me paré nunca y reflexioné constantemente sobre mi entorno, cercano y lejano. Así lo hice yo, no digo que sea la mejor ni la peor de las formulas, es simplemente mi formula, y estoy contento con el resultado (aceptación de uno mismo).

Pero claro, no todos hacen esto, otros prefieren o necesitan que les digan por donde han de ir, pensar, actuar, etc. Y claro eso, tener un asesor, tiene un precio. Lo de menos es lo económico, eso por supuesto, lo que mas es la técnica milenaria.


16/08/2012